Cómo y a dónde viajar en pandemia

Elegir un destino en pandemia es un arte. Acá una vista aérea de Paris nocturno.
Cómo elegir dónde viajar en pandemia.

Desde febrero de 2020 los viajeros impenitentes hemos tenido que juntar las ganas para volver a tomar un avión. Han pasado ya 20 meses y muchas fronteras se han abierto a los viajeros. Hay restricciones, sí. Pero también facilidades. Ya se puede viajar en pandemia, así es que adelante.

Lo primero es elegir el destino. Para eso es necesario saber qué países han abierto sus fronteras al turismo.

A la fecha, sólo 5 países tienen abiertas completamente sus fronteras a los turistas: México, Colombia, Costa Rica, República Dominicana y Rumania. Pero no por ello son los más recomendables para elegir viajar en pandemia.

En lo personal, más bien me inclino por alguno de los 137 países que tienen sus fronteras abiertas con restricciones. Ellos ofrecen un buen balance entre la libertad de desplazamiento y los cuidados imprescindibles para evitar el contagio y tener un viaje feliz de principio a fin.

Y, ánimo, sólo 87 países tienen aún cerradas su fronteras para viajar en pandemia.

Después de elegir el destino, hay que mirar las condiciones, restricciones y recomendaciones del país elegido. La fuente oficial la ofrece IATA.

Mi primer viaje post pandemia, lo hice a Estambul, Turquía. La fecha elegida, del 12 al 18 de septiembre, fue muy acertada. Clima templado, entre 24 y 27 grados todos los días, con algo de humedad en las mañanas.

Y mucho qué ver y qué hacer en Estambul. Lo primero, visitar Aya Sofía, la basílica más grande del mundo por mil años que se transformó en mezquita, fue museo por 85 años, y hoy está en medio de una polémica por volver a ser mezquita, siendo patrimonio de la humanidad.

Requisitos para viajar a Turquía en Pandemia

Turquía por estos días está con la pandemia controlada. Puedes ver las estadísticas actualizadas para la fecha que elijas para tu viaje acá.

En el caso de Turquía, dependiendo del origen del viajero, puedes evitar la cuarentena de 14 días si acreditas tus vacunas o presentas PCR negativo tomado con 72 horas de anticipación al embarque. Puedes ver la lista de países y las exigencias para cada uno ac´á.

Para los chilenos que viajamos desde Santiago, tienes que presentar el certificado de vacunas internacional, que es el mismo Pase de Movilidad, emitido por el Ministerio de Salud, en la página mevacuno.gob.cl

Al pedir descargar el pase de movilidad, puedes elegir pase internacional. ¡Ojo! que la firma electrónica del pase internacional demora 48 horas, así es pídelo con anticipación.

Con este pase, evitas tener que presentar un PCR negativo tomado con 72 horas de anticipación. Si no tienes el pase, este PCR es requerido antes de embarcar, en counter de la línea áerea.

Yo viajé en KLM, y esta línea aérea te ofrece chequear tu documentación on line antes del vuelo. Así te presentas con todo en regla antes del checking y evitas sorpresas desagradables.

Además del certificado internacional de vacunas o el PCR, según sea el caso, Turquía pide una declaración de salud que debes llenar online antes de embarcar. Lo puedes hacer hasta tres días antes de viajar en este link.

Con esta declaración de salud obtienes el Código HES, que debes cargar para activar tu Estambulcard (la tarjeta que usas para pagar el transporte público) y te lo pueden pedir en hoteles y algunos lugares como requisito de ingreso. Si piensas viajar en ferry hasta el lado asiático de Estambul o a las Islas Príncipes, este código es obligatorio y lo ´puedes obtener acá.

Otro tips: la Estambulcard, que es recargable y que normalmente sirve para varios viajeros, en período de pandemia es personal, porque requiere el código HES del viajero. Es la forma que tiene el gobierno turco de registrar la trazabilidad de los viajeros.

Si no quieres que sepan dónde estuviste, puedes usar pases de una viaje en el transporte público, pero es más caro que la Estambulcard (6 liras turcas por viaje con el pase de un viaje y 4,2 liras turcas por viaje con la tarjeta recargable).

Eso sí, los pases de un viaje no te sirven para los ferry al lado asiático o para las Islas Príncipes, ahí tienes que habilitar la tarjeta recargable con el código HES, sí o sí. Lo puedes hacer on line o en la oficina de informaciones de Metro Estambul en Eminonu, donde atienden muy amablemente.

Ah, y que no se olvide el seguro de viaje. Debe ser por un mínimo de cobertura de 30.000 euros. De verdad, no lo piden, pero está entre los requisitos. Y en tiempos de pandemia, mejor no arriesgarse.

Otro tip: en Turquía puedes pedir que te tomen el PCR obligatorio para tu vuelta a Chile en el mismo hotel donde estás alojado. Lo coordina el hotel y vale 25 euros por personas. El resultado está en el día si te lo tomas temprano en la mañana, tipo 9:00. La comodidad y eficiencia valen cada uno de esos euros.

Resta decir que, a excepción de los taxistas, los turcos son gente muy amable. Todos hacen esfuerzos por entenderte en español y casi todos hablan inglés y te entienden aunque tú no lo hables muy bien. El traductor de Google es genial y ellos lo usan sin problemas. La apps es gratuita y muy, muy buena. La puedes descargar desde acá.

Historias de taxis

La excepción a la amabilidad y corrección de los turcos son los taxistas. Mucho ojo con ellos. La peor experiencia en Estambul la tuve con ellos.

Comenzando con el taxi contratado a través de booking. En el apartado de notas para el proveedor puse claramente que me esperaran con un cartel con mi nombre. Cosa que no ocurrió y fue un desastre porque el aeropuerto de Estambul, a diferencia de todos los otros aeropuertos en que he estado en Europa, no cuenta con WiFi gratuito para los pasajeros. Así es que era imposible comunicarse por esa vía.

Recién cuando llegué al hotel y tuve internet me llegó por whatsapp la foto del taxista que me esperaba y, claro, no tenía mi nombre. Imposible reconocerlo. Reclamé a Booking, pero no hay respuesta. Perdí 22,75 Euros en eso. Pero no fue lo peor.

No tenía letrero con mi nombre.

Lo peor vino después. Cuando decidí tomar un taxi oficial del aeropuerto. Al abordarlo, acordamos 30 Euros por el viaje hasta el hotel. A poco andar me pidió los 30 Euros y dijo que era la «cuota inicial». Me negué. Le pasé 10 Euros y le dije que el total del viaje acordado eran 30 Euros y los pagaría al llegar al hotel.

Un buen tip es llevar euros de distintas denominaciones, sino se quedan con el vuelto. Yo por suerte llevaba para pagar los 30 euros justos.

Cuando llegamos a la entrada del barrio Sultanhamet, donde estaba el hotel, dijo que la calle del hotel estaba cortada y debía bajarme en el semáforo. Según él, mi hotel estaba a 5 minutos caminando. Me negué y pedí hablar con algunos de los policías en el camino. Enojado condujo finalmente hasta la puerta del hotel, faltaban más de 20 minutos en auto. Solo all´í le pasé los 30 euros, ni uno más. Recomendación: hablar duro y fuerte con ellos.

El taxista que tomé de vuelta desde el hotel al aeropuerto, también oficial, resultó ser un abusador igual al anterior. Acordamos 200 liras turcas por el viaje. A medio camino dijo que la autopista estaba muy congestionada y que tomaría otra ruta. El costo subía a 250 liras. Acepté. Pero cuando llegamos y le pagué en Euros, fijó el cambio en 8 liras por Euro, cuando en todas partes daban 10. Y además pidió 20 liras adicionales como propina. Por supuesto me negué.

Dicho todo lo anterior, no queda más que empezar a disfrutar de Estambul.

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